Hay quien dice estar muy bien dentro de la rutina, que le aporta seguridad. Es cierto. Seguir una rutina posee numerosos beneficios y es necesaria para un desarrollo bio psico social adecuado.  También están los que afirman estar cansados de la rutina, de hacer siempre lo mismo, a la misma hora y de la misma forma, pero presentan dificultades para buscar soluciones creativas a su situación.  También están los que aun siguiendo los quehaceres de obligada ejecución diaria, organizan con cierta variedad el tiempo libre de la semana o lo dejan a la improvisación. Finalmente también están aquellos para los que la rutina es una palabra desconocida y hacen las cosas de una manera absolutamente espontánea. Entre todas estas maneras de organización vital, podríamos establecer subcategorías, cómo el que está cansado de la rutina pero si sabe buscar soluciones creativas, o los que no organizan de manera variada su tiempo libre, y éste acaba formando parte de la rutina… En cualquier caso, no es objetivo de este artículo establecer una clasificación exhaustiva.  Si lo es, que te plantees qué estilo de vida es el tuyo, en cuanto a rutina, y si posees estrategias para no acabar asfixiado o asfixiada dentro de él. Finalmente, después de leerlo, puedes verte empujado o empujada por una especie de fuerza misteriosa hacia Tu zona de aprendizaje o incluso a Tu zona mágica y empezar a tomar cartas en el asunto.

Desde el momento en que nacemos, nuestra Zona de Confort se va moviendo a un ritmo vertiginoso. Todo es nuevo para el bebé que va creciendo hasta convertirse en un adolescente. Desde la visión del mundo en el gateo hasta el cambio de compañeros, de profesor y de centro escolar. Los niños han crecido adaptándose muy rápidamente a los cambios. Por desgracia, esta habilidad, con los años se oxida… y mucho.

Desde mi experiencia personal afirmo haber experimentado la asfixia de la rutina, al igual que Camille, la protagonista de la novela Tu segunda vida empieza cuando descubres que sólo tienes una. La rutina me llevó a cierta agonía de la que supe salir con éxito. Necesitamos cambios en nuestro día a día mucho antes de llegar al precipicio. Rellenar el vaso gotita a gotita esperando que el agua sobresalga del vaso es de completo idiota. Sólo un idiota no comprende lo que sucede a su alrededor. Pues aun sabiendo que si continúa caminando hacia el precipicio sin hacer una parada inevitablemente caerá, éste continua. ¿Por que retrasar el momento de empezar a tomar soluciones?, ¿Nos esperamos tanto para actuar en otras áreas de nuestra vida?

En mi vida acostumbro a hacerme muchas preguntas. Si se la respuesta, perfecto, pero si no la sé, la vida se me complica un poquito. A veces no son preguntas, sino afirmaciones de personas, fragmentos de libros, frases de Facebook, frases de personas como Gandhi, Schopenhauer, … que actúan como instigador y a continuación reflexiono a cerca de la relación que tiene la super frase con mi super vida. Ante la respuesta a la pregunta de cómo puede ser que a mi edad me haya movido tan pocos km a la redonda: Haya nacido en Lleida, haya estudiado en Lleida, trabaje en Lleida, mi pareja sea de Lleida y tenga hijos nacidos también en Lleida, mi acción fue decisiva. Alicia, ya es hora de que salgas de tu Zona de confort, de ese entorno dónde te mueves y que dominas. Dónde todo es cómodo y conocido tanto lo agradable cómo lo desagradable. Tus hábitos, tus rutinas, tus habilidades, tus actitudes, tus comportamientos, tus amigos, tus colegas de trabajo, el supermercado dónde compras, las clases ,… todo forma parte de tu Zona de confort. Un poquito mas allá de tu Zona de Confort se encuentra tu Zona de aprendizaje. Te encuentras en la Zona de aprendizaje cuando inicias nuevos conocimientos, exploras nuevas sensaciones, renuevas puntos de vista, conoces nuevas culturas, te mueves en otros círculos. Des de mi punto de vista es la zona Boho Chic, dónde todo es posible si le pones cabeza y corazón. En esta tendencia de moda del SXXI, se da nombre a las personas que son capaces de tomar riesgos a la hora de vestirse, combinar prendas y colores llevándolas con aire relajado y de manera sofisticada. Las personas Boho apasionadas deciden explorar a menudo nuevas formas de vestir saliendo de lo habitual, pero esta filosofía Hippie Chic también la podemos extrapolar al resto de nuestras actividades diarias. Levantarse de la misma manera, desayunar siempre lo mismo, lavarte los dientes con la misma técnica,… forma parte del conjunto de actividades de nuestra zona de confort que, llevadas con un estilo Boho pueden ser  llevadas de una manera diferente y por qué  no, más efectivas que antes. Por el contrario hay gente que les horroriza cambiar su estilo por miedo a no ser bien aceptado o por miedo a no hacerlo de manera correcta.

Mas allá de la Zona de Confort se encuentra La Zona Mágica que es la zona de los grandes retos, de los cambios radicales, de lo absolutamente nuevo. Viajar hacia tu Zona Mágica implica superar diferentes obstáculos y tomar una decisión creativa. Cuando de nuevo regresas a tu Zona de Confort, esta ha crecido y se ha enriquecido.

Si crees que la rutina está acabando contigo, tienes dos opciones. La primera es, esperar pacientemente que te caiga el chaparrón y entonces actuar, … decisión poco inteligente. En segundo lugar, puedes coger la sartén por el mango y empezar a proponer soluciones y coger las riendas de tu vida, sin esperar que otro tenga que decidir por ti. Saliendo de la Zona de confort para dirigirte hacia la Zona de Aprendizaje o a hacia la Zona Mágica obtendrás numerosos beneficios: te redireccionará, te aclarará dudas, te ofrecerá oportunidades, aprenderás a relativizar, enriquecerás tus puntos de vista. Frecuentarlas permitirá dejar atrás todos tus síntomas de rutinitis aguda. Lánzate. Salta hacia lo nuevo y como dice Paulo Coelho “si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina… es mortal”